25 de des. 2007

OBLIGACIONES NAVIDEÑAS

Vinieron a eso de las diez. Él creyó que un grupo de jóvenes con ganas de echarle un bidón de gasolina encima y prenderle fuego le había venido a buscar. Pero aquella noche no iba a ser la última de su vida. Un hombre con guantes de látex le cogió suavemente del brazo y le ayudó a incorporarse. Dos chicas habían aprovechado la seguridad que les proporcionaba la compañía de aquel hombre para entrar al cajero y sacar dinero. Él las miró y encontró en sus caras una expresión de bondad que hacía mucho tiempo que nadie le dedicaba. Pensó que aquello de la navidad tampoco estaba tan mal ya que le permitía comer sopa caliente en pleno invierno una vez al año